Historia
El origen de Tirgo se remonta a las primeras civilizaciones de la Península, en concreto a los “autrigones”, una de las tribus primitivas que se asentaron en la zona. El primer nombre de Tirgo fue Autrigón ya que era la única villa habitada por esta tribu. Posteriormente el pueblo pasó a llamarse Trigón, nombre que está relacionado tanto con el nombre de los pobladores como con el río Tirón. Finalmente se cambió el nombre por el de Tirgo, que es el que se ha conservado hasta la actualidad.
Si bien Tirgo tiene su origen en las primeras civilizaciones peninsulares, no existen referencias documentales hasta el año 978, año en que se elabora el Acta de Fundación del Convento de Covarrubias. Se trataba de una donación de los condes castellanos García Fernández y su esposa al susodicho convento por el que cedían el templo de “Santa María de Tirbo”.
En siglos posteriores, al tratarse de una villa fronteriza entre los reinos de Castilla y Navarra, perteneció alternativamente a uno y a otro, según las diferentes circunstancias históricas.
En el siglo XIV pasó a formar parte del condado de Baños de Rioja, junto a las poblaciones de Leiva, Baños y Ochánduri.
En el siglo XVII, bajo los auspicios de la reina Mariana de Austria, Tirgo fue reconocida como “villa independiente” por Santo Domingo de la Calzada. En el año 1713 se mandó colocar un retablo barroco en el ábside de la Iglesia de El Salvador para conmemorar la obtención del título de la villa.
En 1790 Tirgo fue uno de los municipios fundadores de la Real Sociedad Económica de La Rioja, la cual era una de las sociedades de amigos del país creadas en el siglo XVIII conforme a los ideales de la ilustración.